POEMAS

EN ESTA PÁGINA VOY A INCLUIR ALGUNOS DE MIS POEMAS.

Al año nuevo
también le diré
corazón y estaño
y lo uniré
al grito del cielo
y al clamor
de tanto peregrinar
huraño.
Más en el tiempo
lento vendrá un día
de cálidas voces,
de fuertes abrazos
y de dulces y sonoras
melodías.
Lejos de tanto zarpazo
y de tanta augusta
y tibia guerra fría,
yo busco entretanto
una dulce bandeja
donde depositar
este duro hábito
de miedo, arte
y eterna ansiedad.

Yunquera, 01/01/1989

También el alma
desaparecerá
consumida en la tristura
de la vida.
En un enigmático
concurso de saetas hirientes
germinará la sangre
y la salobre presencia
de la duda.
El amor sera crispado
entre los verdes deseos.
Y el cuerpo embalsamado
con los más ricos afeites
pasará a una mal llamada
mejor vida,
sin deleites
ni fugas de ansia.
Entretanto
la pluma ensalzada
por la mano del amante
traducirá en versos
los enfáticos instantes
del amor no vivido.

Pozuelo de Alarcón 02/05/1986

Adentrándose en la oscura peña
de la ingrávida melancolía,
se desespera la mente vacía
y pura, traída de inicua paciencia,
desvaría.
Como un sinfín de escrúpulos inmensos
la urbe se empeña,
desatada,
en acuciar la fortuna
del siglo futuro.
¡Qué demencia!
¡Qué agorero destino
para tan endiablada carrera!
¿A quién esperas?
Ciudad vacía con millones de almas.
Guardadora de camelias
de engranajes artificiales.
Es lo mismo que hablar
de flores de piedra.
Sin embargo, palpitan tus losas
con ocultas y pisoteadas sendas.
No es perdido el tiempo
que a recorrerte se empeña.
Es loca aventura de hombres
que estiman ingente la tierra
y no se conforman con los lirios,
los pueblos, casitas, vacuolas
y perlas.
Ansían más, más amor
sin fronteras.

Málaga, 30/06/1986

- Dedicada a  J. B.

Esperanza en el trabajo,
alma activa
que de tanto darte
en las altas encinas del campo
en las rudas y urbanas calles,
llevas un ritmo constante.
Empezar, continuar,
empezar, continuar,
y amar.
Cortina entornada de silencio
tras las miradas.
La gente que te vive
te busca más
cada mañana.
Y tú, solitario,
en el centro de tanta compañía,
sigues marcando
con tu paso seguro
el perfil del tiempo
transcurrido.
Y modelas un futuro de luz
en los jardines de hierro,
dinero, dureza y entierro.
Amas el color de la vida,
el agua que limpia
la mano amiga.
Pero no te detienes a  contemplar
ni siquiera
el encanto de tales maravillas.
Prosigue tu camino,
hermano, amigo,
al menos por mi vida.
Que te esperan mis manos,
mi aliento
y la ruda torpeza
de mis esperanzas carcomidas.
Qué sería de mí
sin tu cálida compañía,
sin tus claros consejos
y tu serena melancolía.
Todo esto llena
a diario el viento,
el aire
de la llana Sevilla.

Sevilla, 29/02/1984

Adiós a los días de Jubrique.
Adiós al viento
de los castaños,
de los chopos.
Sobre tu cintura curvada,
Sierra cálida,
adiós a los bailes nocturnos de la fatalidad
y a los lirios morenos.
Cabe decirte musulmana,
cinta de pelo de hierro.
Entre los bosques,
pájaros lindos
y agua sin nombre.
Tú, perdida y alocada
en el tiempo,
tierra ingrata
del amor al deseo.
Pero pura
de jara y helecho.
Adiós a Jubrique.
Adiós a un sueño.

Jubrique, 15/06/1982


NUESTROS NIÑOS ESTÁN JUGANDO
EN LAS CALLES DE LOS SUEÑOS.
NI TÚ NI YO SOMOS DUEÑOS
DE IMPEDIR QUE SIGAN GRITANDO.
ASÍ QUE MONTA EN EL CABALLO
QUE GALOPA Y SUBE AL CIELO.
SUSPIRA Y OLVIDA EL HIELO
EN EL QUE YO AHORA ME HALLO
Y DEJA DE PREGUNTARTE
CÓMO AYUDARME.
NO INTENTES,PUES,CONSOLARME
AL DESPERTARTE.
ELEVA UN REZO BENDITO
A DIOS TODOPODEROSO.
QUE SI SU ÁNIMO GLORIOSO
QUIERE PALIAR MI DELITO
PRONTO ESTARÉ LIBERADO.
Y JUNTOS IREMOS GOZANDO
EN EL CABALLO QUE VA GALOPANDO
HACIA UN MUNDO MÁS SAGRADO.

Valladolid, 13 y 16/02/1980

Dulces árboles,
dulces campos y dulces vientos,
amapolas y dulces pensamientos.
¡Oh, mágicas aureolas del viento
en las tardes vencidas!
Como lágrimas furtivas,
alondras y pájaros tiernos.
Dulces ápices del cruel invierno
aun en la primavera temprana.
Esta estampa, este paisaje,
su blancura nevada,
su agreste y altivo homenaje,
paz enarbolada
en las estaciones de mi viaje.
Todavía tu pelo,
dulce espejismo salvaje.

Valladolid, 17/01/1980

Aquí,
vestido de otro tiempo
me tienes,
codiciado deseo.
Inhábil para tus manos enfermas,
un nuevo cántaro
de vuelcos de corazón,
inciertos.
La campana del silencio
y miles de miradas
plagadas de misterio
en la imaginación.
Que siempre
el camino verdadero
es el de la desolación.

Campillos, 02/10/1984

Ha cesado
el viento de noviembre,
y ha dejado tras sí
cólera encerrada
en la jaula de sueño.
El amor no tuvo tiempo de llegar.
Lloraban las calles,
los cines, los comedores
y los bares.
Pero el amor no llegó.
Se quedó solo
con su juego
de guiños, miradas,
forzados encuentros
y dolor.

Campillos, 12/11/1984

Hace tres años
que inundaron
tus calles
mis lágrimas.
¿Fue otoño suave
o dulce verano?
No sé.
Solo recuerdo
versos de amor
por tus prados.
Miradas al cielo,
en la profundidad
del Tajo.
Suspiros al viento
románticamente
dejados.
La verdad
es que no sé
si fue en ti
mi sueño
encantado.
Hace tres años
inundaron
mis lágrimas
tus calles,
en un sueño
terriblemente
humano.

Antequera, 05/09/1985

- A M.

Llegó al fin
el encuentro.
De colores aleve
transformada,
la imagen genuina
de una rosa
roja y blanca,
suavemente
aterciopelada
y de delgadez
exquisita,
se paró
delante de mí.
Me prendió
la llama
de su resplandor
y, queriendo
sobrevivir,
el corazón
se congeló.
Quedó perdido
en el espacio
del deseo desmedido,
el otro yo viejo.
Ahora, el joven
comedido
buscaba coger
a la rosa de la mano.

Antequera, 24/05/1986

No hay tiempo
para escribir
al vacío.
En el pelo rizado
de la sierra
no hay tedio.
Solo una rosa tierna
nacida
en la suave calma
de la voz sincera.
En la suave risa
de la tierra
una mirada indómita
de eterno vuelo
me eleva.

Yunquera, 04/08/1987

- Ritmo

Para dibujar
tus manos
el viento sinuoso
se empeña
y se esmera
en los más increíbles
esbozos.
Tu corazón
de tierra
hierve
y a veces
hasta la noche
se deseca.
¿Quién eres?
Una llama fugitiva
que busca
su primera mecha.

Yunquera, 04/08/1987

Calles angostas
de la Antequera vieja.
A orillas del río,
del recuerdo que llora,
vivas leyendas de piedra,
hoy escritas en verso
y en gritos de niños.
A lo lejos, la Sierra.
Plazas vetustas
que vigilan la vega.
A los pies del Reloj,
sobre las calles nuevas.
¿Qué encanto tenéis
para las gentes
que os llenan?
Barrios antiguos,
enormes vestigios
de pasadas querellas
y modernos aposentos
de almas sencillas
y de voces serenas.
Cantad al azul del cielo
y al silencio del campo
todas vuestras bellezas.

Antequera, 29/08/1990

¡Qué sé yo
de amar
a estas alturas
de mi vida secreta!
¡Qué sé yo
de continuar.
de sacrificio,
de mirada en conserva!
¡Qué sé yo
de caminar
mano con mano
por una senda
invisible
que el paso crea.
Yo solo sé
de amar a desgarro,
de carne hueca,
de palabra insomne
en una madrugada
eterna.
De pasión y desaire
en la misma historia,
de carrera detenida
y de mano tirada
a flor de tierra.

Antequera, 29/08/1990

Día de los llantos,
día en que otoño
desciende en las hojas
y en las lágrimas
del sentimiento
devorado.
Día de la pasión atada
y del amor liberado.
Tú y yo
entre los árboles
del bosque urbano
serios y unidos
en un eterno abrazo.
Día que lleva otoño
por primera vez
sobre los montes y prados.
Día de amor callado
y de corazón suspenso
tras la tormenta de verano.
Tú y yo
entre los nudos de la tierra
fundando el nuevo mundo
nuestro y liberado.

Antequera, 24/09/1990

Buenos días, alborada,
ya empiezas a caminar
entre las nubes perennes
de esta tierra
tan distinta, tan igual.
Conocer a alguien de nuevo,
caminar y caminar.
La rueda del amor gira de nuevo.
¿A quién le tocará?
Seguro que a mi corazón viajero
alguna mirada lo clavará
en algún rincón del suelo
que nadie pisará.
Buenos días, tormenta eterna
de la soledad.

Torrelavega, 30/08/2003

Volver a la pluma y al papel
tras tanto tiempo,
casi sin nada que contar
salvo lo viejo y lo nuevo.
Las cosas de siempre, total.
Un encuentro y otro encuentro
y a sufrir tras gozar.
Mas, ¿acaso no es este
el ciclo del planeta vital?
En cualquier rincón verde
de este mundo inmenso
espero tu mirada fugaz.
Pasará de largo de nuevo.
Serán mi medicina letal:
tus ojos y tus manos,
tu cuerpo y tu pelo.

Torrelavega, 30/08/2003

Qui, vicino a Santa Maria dei Riposo
en plena Vía Aurelia,
con San Pedro al fondo,
la cúpula, Roma, ciudad eterna.
Al fin te veo y te absorbo,
al fin te amo sin tregua
tras una peregrinación sin fondo
en el sueño mismo de la tierra.
Madrid, Barcelona, Málaga,
el dios momo, pequeño,
con alpargatas puras negras,
paseó anoche por el Parque
en la batalla de las flores.
Hoy en la batalla de amores,
Roma se extiende negra y fría.
Llueve. El amor me guía.

Roma, 22/02/2004

Desde Roma a ti,
por la fe.
Cuánto tiempo, cuántas tardes
unidas, inexorables.
Una vez más tras vivir,
morir y esperar.
Ahora en La Torre,
vivir en silencio,
mirar.
Ver pasar el tiempo
de la vida en la noria
girar y girar.
Te espero, siempre
de nuevo, amor.
Te espero sin más.

Torre del Mar, 28/07/2005

Sumido otra vez más
en el silencio
y en la oscuridad,
me encuentro ahora
como si hubiera vivido
enterrado contigo
deseando un poco más.
Pero, y tú, ¿dónde estás?
Sumido en el agua nocturna
te veo de blanco,
tu fuerza como la luna
en el cielo tan alto,
cuando es el suelo
el sueño de mi locura.
Sumido
en la eterna angostura.

Torre del Mar, 29/07/2005

¡Cuántas veces te añoré
en aquellos días pasados!
¡Cuántas veces confié,
te perdí y te soñé!
¡Cuántas veces!
Ahora todo callado,
solo la lluvia que lava
y no deja de latir..
Tú, perdida en algún sueño
de la distancia,
camuflada en algún
verde jardín.
Yo, desespero por encontrarte,
por soñarte y revivirte
en alguna gota de lluvia
o en la noche sin fin.

Villalba, 04/03/2006

Instantes profundos y parados
en el tiempo detenidos, asombrados,
corriendo a destajo con las manos
de los pelos, de los ojos, de los brazos.
Cada calle llena, cada playa, cada tramo
en profundos sollozos
o en abrazos callados.
Instantes temidos y deseados
como sueños prohibidos y cansados.
las noches, los días, los años.
Todos los deseos girando y girando.
Nuevos amaneceres de sol nublados,
calles angostas llenas de gente,
naves altivas pasando y pasando,
buscando salidas y abrazos y abrazos.

Boo de Piélagos, 25/07/2006

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