domingo, 27 de enero de 2013

EL TIEMPO: En recuerdo a los viejos amigos.

¿Presente, pasado, futuro? Se dice con frecuencia en nuestra época que hay que vivir el presente. Pero también es presente el reecuentro con los viejos amigos del pasado para ver qué es de sus vidas, cómo caminan, qué frutos han dejado en el transcurso del tiempo, o qué cicatrices les han marcado. El futuro siempre es una ventana abierta a la esperanza, llena de nuevas caras, pero también de aquellas que hemos reencontrado. El futuro se hace de la mano de ese pasado que nunca muere. El futuro es más sabroso desde el cariño y el afecto a esas personas que llenaron y llenan nuestro tiempo.

lunes, 21 de enero de 2013

Corto mensaje de Pablo Cimadevila

Pienso en el futuro. Es extraño imaginarme dentro de unos años. Quizás consiga mis sueños, quizas logre todas mis metas. Pero por alguna razón se que no conseguiré estar satisfecho nunca. Quizás el secreto de conseguir tus objetivos resida en no disfrutarlos. Quizas la mejor forma de no rendirte es no dejar de soñar nunca. Son demasiados quizás. Pero que puedo hacer? Ya lo sé, no mirar hacia atras, no dejar que mis miedos sean más fuertes que mis deseos. "No tengas miedo Pablo, solo respira y nada" Gracias mama.
Pablo Cimadevila

domingo, 20 de enero de 2013

CRISIS ECONÓMICA, CRISIS DE LA DESHUMANIZACIÓN

La tan larga y pesada crisis económica nos está llevando casi sin darnos cuenta a una revisión de nuestra forma de vida y hasta de nuestros fines y valores. Sí, es verdad que las 100 fortunas más ricas del planeta podrían eliminar la pobreza de este, hasta cuatro veces. Pero no podemos conocer esta noticia y quedarnos así, en la pura lamentación. Todos tenemos algo que hacer: cambiar los esquemas que durante los tiempos de desarrollo excesivo e incontrolado nos han dirigido y hacernos planteamientos nuevos. Probablemente ya no volveremos a tener nunca sueldos de los que sobre para el derroche. Habrá que probar la felicidad que da la austeridad y el compartir, la solidaridad y la colaboración. Tal vez la crisis económica nos lleve a una nueva humanización en la que el dinero y el consumo, o incluso el trabajo bien remunerado, no serán lo más importante. La finalidad de nuestras vidas puede volverse ahora más social y menos individualista.