Se ha hablado mucho del individualismo y del aislamiento al que en verdad nos está llevando esta era digital, cuando sorprendentemente las redes sociales y las webs nos ofrecen tantas y tantas posibilidades de relación. Pero relación ficticia al fin y al cabo y además imposible no solo por la falta de presencia física, que podría superarse como ocurría con las cartas en la era analógica, sino y, sobre todo, por la cantidad de información recibida y por recibir que hace imposible dedicarle el mínimo tiempo que toda relación humana necesita para ser cuidada. Pero, a mí, personalmente, lo que me está desanimando es el cierre de plataformas y herramientas digitales que nos fueron tan útiles y nos llenaron de ilusión hasta hace muy poco: Picasa, el año pasado, Wikispace, y el próximo anuncio de cierre o cambio a peores condiciones para el ámbito educativo de Hot Potatoes, Google+, y qué sabemos cuántas aplicaciones más. Otras dejan de ser gratuitas y se convierten en herramientas de consumo directamente, tales como Voki. Es verdad que hay que vivir de algo y que hay que sobrevivir. Pero es una pena que tanto material pedagógico y didáctico almacenado en estas plataformas desaparezca junto al esfuerzo de tantos docentes que las han llenado con horas y horas de trabajo e ilusión. En fin, me pongo a temblar solo de pensar que algún día próximo las posibilidades que ofrecen Youtube y Blogger también se limiten o simplemente desaparezcan en aras del consumo desmedido al que nos somete nuestra sociedad. Aun así, los que nos hemos ilusionado y hemos aprendido a manejarnos algo por este mundo seguiremos en él mientras podamos o mientras nos dejen.
viernes, 15 de febrero de 2019
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